Hay muchos misterios aún sin explicar en nuestro Sistema Solar. Aunque la ciencia ha avanzado a pasos agigantados, algunos misterios no se pueden explicar, y muchos se justifican con teorías o pruebas en laboratorio minúsculos que solo convencen a unos pocos. Existen misterios y curiosidad, pero uno de los más destacados es el hexágono que se encuentra en el polo norte de Saturno. Este planeta gaseoso dibuja en su norte, un llamativo y geométrico hexágono que está en rotación constante en sentido contrario a las agujas del reloj. Algunos científicos abordan este misterio justificándolo con la velocidad de los gases, la densidad de las nubes e incluso la gravedad del mismo planeta que hace que las nubes encuadren esta forma tan misteriosa.

Las sondas Vogayer lo visionaron por 1988 y desde ese momento, las conjeturas y las teorías sobre su formación, caminan por la red incansablemente. En 1993 el telescopio espacial Hubble de la NASA, rebeló aún mas información visual de la forma, pero poca información sobre su formación o historia. La sonda Cassinni por el 2006 pudo grabarla con mayor resolución, y tal vez, con estas grabaciones, pudieron los científicos razonar mejor su respuesta. Lo más significativo del hexágono, es su tamaño y velocidad. Los vientos alcanzan velocidades aproximadas de más de 300 kilómetros por hora y cada uno de los lado del hexágono cuenta con un largo de más de 13.800 kilómetros, piense que cada lado es más grande que el tamaño de La Tierra. Hay muchas preguntas que atormentan a los científicos sobre esta forma; ¿cuando se formó?, ¿por qué es tan preciso el hexágono?, ¿debemos suponer que es de origen natural?, ¿debemos analizar con más interés esta formación?