Takeshi es, subjetivamente, el mejor director japonés de las últimas 4 décadas. Sus películas no pasan desapercibido, y Violent Cop fue la primera película en la que Takeshi se convirtió en el extraordinario director que, aún a día de hoy, sigue en activo. Al instante, el film se convirtió en obra de culto estrenada en 1989, hace casi 30 años. Sus películas representan parte de la vida en Japón, y las temática común es la Yakuza. Creo recordar que Violent Cop es la primera película que vi de Takeshi, tal vez tenía 15 años y desde mi juventud, la falta de guión de los personajes que interpreta, otorga a su interpretación una profundidad tremenda. No me gusta hacer spoilers, aunque a mi sinceramente no me afecta el escuchar como ha muerto o vencido tal o cual personaje, pero solamente remarcaré que el final es digno de una tragicomedia griega.

 

Violent Cop está a la altura de Clint Eastwood, o Charles Bronwon al estilo nipón. La crudeza y la pureza de las escenas violentas en la película, elevan a esta, a una realidad que existe en las calles de Tokio. El protagonista tiene que mediar con el secuestro de su hermana, sus jefes en la policía y la Yakuza detrás de él. Su banda sonora, parece en algunas ocasiones, infantil, tranquila e incluso cómica. De esta forma, el espectador baja la guardia para la siguiente escena, un método tremendamente innovador en su momento. La película conduce al espectador a través de la vida del inspector Azuma, con su comedia negra y maliciosa consigue que la película sea una reflexión introspectiva del hombre y sus comportamientos.